sábado, 23 de marzo de 2013

Autopsia de un motor de escobillas

Tenía yo una de esas lanchas Neuquida, PX-16, un juguete. Funciona con dos motores que llevan un interruptor todo-nada, de modo que desde la emisora, con dos interruptores simulados como gatillo y volante, se activan ambos motores a la vez con el gatillo, y se detiene uno de ellos con el volante para hacerla girar.

Si ya era lenta con los dos motores funcionando, al girar con un motor solo es más lenta todavía.

En fin, por jugar un poco hace unas semanas le desmonté la electrónica, le puse un receptor de tres canales, un servo conectado al timón de plástico que trae, y un variador de 30 A para motores de escobillas conectado a los dos motores.

La probé y seguía yendo lenta. Hoy la he llevado al estanque y le he dado caña con un par de baterías 2S de 3600 mAh. Una detrás de otra. La primera la he gastado completa, sin más percance que una hélice rota. Para lo poco que corre se ha chupado la batería muy rápido.

La segunda batería no la he podido agotar. De repente ha reducido la potencia, como si el variador limitase, y luego el motor izquierdo se ha parado.

Apoyando con el timón, y a golpes de motor derecho, la he traído poco a poco hasta la orilla, y al abrir estaba llena de humo blanco.

Después de esta introducción, las fotos del motor quemado:


Es un motor tamaño 370, quizá incluso más pequeño. No lleva rodamientos de bolas, y no está diseñado para ser abierto.





Lleva cuatro bobinas conectadas a unos conductores pulidos de forma cilíndrica. Sobre estos conductores rozan las escobillas, el giro hace que el sentido de la intensidad en las bobinas cambie.
Se ha quemado completamente la primera vuelta de cobre de todas las bobinas


Una de las escobillas se ha soltado por efecto del calor, los plásticos también se han derretido.

Al variador no le ha pasado nada, ha limitado la corriente y se ha protegido.

No ha estado mal la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario