Desde siempre me había hecho mucha ilusión despegar y aterrizar en el agua, pero hasta este verano no he sentido la confianza necesaria; después de dos años y medio de construir y volar aviones, había llegado el momento.
Un par de detalles que se me han pasado o no se me habían ocurrido:
-Si vas a construir un hidroavión y lleva alguna pieza o refuerzo de madera, protégela del agua con algún tipo de barniz o epoxi para que no se deteriore con la humedad.
-Comprueba que el pegamento que usas no se disuelva con el agua. Me he encontrado que la cola blanca (que había usado en exceso para impermeabilizar las juntas) estaba reblandecida al terminar la sesión de vuelos.
Al grano: He gastado tres baterías, no del todo, no quería apurar demasiado. El primer lanzamiento ha sido con la mano y paralelo a la orilla, por si acaso tenía que aterrizar de emergencia sobre unos juncos. Ha salido perfectamente recto y nivelado, así que ya he dado unas vueltas sobre el agua, trimando, y he aterrizado en el agua, con un rebote pero bien.
Del resto de la mañana, lo mejor es un resumen en vídeo.
¡Vaya gustazo! me ha encantado la experiencia y espero que siga haciendo un tiempo así de bueno mientras estoy por aquí para repetir todos los días.
Qué pasada!! me encanta ver todo lo que construyes, haces y vuelas. Estoy cogiendo muuuuchas ideas para construir mis propios aviones en depron, menuda envidia me das (de la buena eh??). Cuando saque un poco de tiempo voy a empezar con el cuter a tope :)
ResponderEliminarMe encanta tu blog, eres un crack!!
Un saludo desde Zaragoza!
Íñigo
Esta entrada del blog es bastante especial, y me encanta volver a ver el vídeo.
EliminarYa ves Íñigo que las cosas que construyo son bastante humildes y asequibles, así que manos a la obra.
Un saludo, maño.