Sorpresas te da la vida. Compré el año pasado un variador "Redbrick" de 25 A por seis dólares, para probarlo; es extremadamente barato. Llegó con el manual impreso en un folio a doble cara. El variador es un ladrillo feo, gordo y pesado pero menos de cinco euros, programable y aguanta 25 amperios. No se puede pedir más.
El caso es que estoy montando un avión, se lo he ido a poner pero le tenía que poner freno motor, así que saco el papelito de las instrucciones, entro en modo programación y ¡sorpresa! las secuencias de pitidos no se corresponden con el manual.
Total, que buscando he encontrado este otro manual, y sí que se corresponde con las secuencias de tonos que emite mi variador. Además debo decir que da bastantes más opciones opciones de programación que las que se le suponían según el manual "original", así que más feliz que un perro con dos colas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario