El avión sigue volando, y sigue siendo noble y divertido, después de casi dos años. Esta mañana he estado volándolo a gran altura para grabar desde arriba, y pese al vientecillo me han salido unas imágenes muy estables y sin tanto movimiento como otras veces. Lástima de la neblina que había en el ambiente.
También lo he cogido un par de veces de la punta del ala, y he estado haciendo algunas pasadas a alta velocidad.
Ahora que se van pasando los calores y se está más a gusto en el campo, hay que trabajar más y los días se acortan.
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