Este fin de semana por fin he gastado 4 baterías con el Fox, disfrutando y no sufriendo.
En total han sido unas cuatro horas conociéndolo, probando a adelantar y retrasar las baterías, metiéndolo en pérdida a ver cómo reaccionaba con el centro de gravedad más adelantado o retrasado.
La conclusión es que hay que andarse muy fino y mover muy delicadamente los dedos para volar sin motor, perdiendo la menor altitud posible, la justa para mantener la velocidad mínima para que no entre en pérdida. Yo todavía no tengo los dedos bien entrenados para eso, así que con este avión voy a poder aprender mucho.
El sábado cogí una corriente térmica, estoy seguro, y creo que ahora ya podré identificarlas por las turbulencias al cruzarlas y por los pájaros.
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