Hacía una barbaridad que no la volaba, desde que le reconstruí la cola. Hoy ha amanecido un día esplendido, con todo helado pero nada de viento. A las nueve y media el sol empezaba a calentar y ya no están los bichos del verano, así que es la época perfecta para salir de casa con un avioncito y pasar la mañana volándolo a la fresca. He tenido que trimarla otra vez pero no se me ha dado mal. Ahora vuelo con más tranquilidad sabiendo que no se me va a terminar de romper el elevador.
Como ya tiene un añito, hay cosas que se van envejeciendo. En un par de aterrizajes he oido un ruido raro, y es que se me han despegado los alerones. La cinta que llevaban en la unión está cristalizada, el frío de hoy ha sido demasiado para ella y se ha despegado parcialmente, primero la de un ala y luego la de la otra. He aterrizado con un poco de dificultad, porque se iba un poco de lado pero lo he arreglado con un poco de cinta y a seguir volando.
Ya era hora de que saliera un fin de semana bueno.
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