sábado, 4 de septiembre de 2010

Biplano Waco: Tropecé dos veces con la misma farola

Y con el mismo avión. Si el día del estreno apenas le hice nada al Waco, creo que le doblé un poco el eje del motor y rompí la hélice y lo abollé ligeramente... poca cosa, lo de ayer fue apoteósico. Tras pasar tooda la tarde volando, aterrizando, despegando, porque ahora vuela genial y es bastante robusto con todo el pegamento buenísimo que le he metido, ya se estaba poniendo el sol y debe ser que la luz del crepúsculo afecta mi percepción de la profundidad. Sin yo percibir el menor atisbo de peligro, con el avión en linea recta a velocidad de crucero y perfectamente estable, de repente oigo un campanazo, el avión se detiene en seco a la altura de una farola que yo calculaba unos metros más atrás, y cae a plomo con las alas plegadas. Resultado el que se ve en la foto. Las dos alas partidas, el fuselaje hecho migas por la parte central. Soporte del motor roto, el motor se soltó y salió disparado por la inercia. El variador le siguió y quedó enrollado alrededor de la campana, el receptor hizo de ancla. La batería no sufrió daños.



En fin, por lo menos ha sido después de una hora y pico volando, cuando agotaba la última batería, y no me he vuelto a casa sin volar.

Ah, y ya está reparado. Solo me ha costado una hélice, y la campana del motor que se le han saltado todos los imanes como si fueran los piños, ja ja ja. Tenía otra campana del motor anterior, al que se le rompió el bobinado, así que no ha sido muy grave la cosa.

Este tipo de corcho se repara perfectamente con cola para madera y cinta de embalar, si puede ser cinta transparente o blanca mejor por la estética, pero vamos, queda más duro y resistente que antes del golpe.

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