viernes, 9 de abril de 2010

Hoy hacía un gran día para volar aviones -capítulo I-

Esta tarde hace un sol radiante y nada de viento así que después de comer me he ido a volver a intentar estrenar el Waco ... ¡ y lo he estrenado :D !

Pero me ha costado lo mío. El primer vuelo incontrolable, muy pesado de cola, ya me lo había parecido las otras veces, esta vez con más razón porque llevaba una batería de 1100 mAh en lugar de la suya que me salió mala. He podido controlarlo y he estado dando unas vueltas antes de intentar ponerlo en el suelo sin daños. Como todo el rato entraba en pérdida el aterrizaje ha sido un morrazo desde la menor altura que he podido y a motor parado. Se han despegado los soportes del ala superior.

Tenía en el coche cinta de carrocero y en mi cabeza la firme intención de hacer volar mi biplano amarillo, así que le he sujetado las alas con cinta, le he pegado una piedra pequeña, también con cinta, a la parte inferior del fuselaje, cerca de la hélice y he enfilado otra vez el camino para despegar.

Todavía pesado de cola, pero algo menos, ha despegado de nuevo. Esta vez le he trimado un poco la dirección y los alerones, he dado unas vueltas, algo más controlado y otra vez con cuidado he intentado dejarlo en el suelo con el menor daño posible. De nuevo ha sido un aterrizaje brusco pero no se ha roto nada.

Erre que erre, cabezón cabezón, he cogido una piedra el doble de grande, estimo que pesaría tanto como la batería original del avión, se la he pegado con cinta en lugar de la anterior y me ha dado la sensación que el avión pesaba muchísimo. He intentado volver a despegar desde el suelo pero he abortado después de rodar unos metros por el camino de tierra. Pesa mucho. Lo he lanzado con la mano.

¡¡Esta vez síiiiiii!! Aún he tenido que trimar el elevador para que picara un poco porque dándole motor tiraba para arriba.

Bien trimado vuela recto aunque la más mínima ráfaga de viento hace que cambie de dirección y hay que estar corrigiendo continuamente. He estado haciendo pasadas delante de mí a lo largo del camino y disfrutando como un condenado. He aterrizado perfectamente posando suavemente el avión sobre las ruedas y dejándolo rodar hasta que se ha detenido.

Lo he estado lanzando, volando a medio gas, y aterrizando un buen rato a partir de entonces. En total han sido tres vuelos perfectos, nivelados, girando a veces con alerones y a veces con timón, y acabados con un aterrizaje perfecto.

Una experiencia increíble después de todo lo que me ha costado hacerlo volar. La piedra me la he traído a casa y se la colocaré dentro del fuselaje cuando le pegue de nuevo el soporte de las alas.

Me he pegado a la frente una minicámara china para grabar uno de los vuelos y he estado moviendo la cabeza y dejando los ojos fijos en el centro como un jilipollas, mientras pasaba gente, con una cosa pegada con cinta en la frente, pero cuando he llegado a casa el vídeo no estaba. No he debido de pulsar bien el botón y con todo el sol no se veían bien las lucecitas, así que he hecho un poco el tonto y me he quedado sin vídeo, que es lo que más me jode.

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